Sergio Massa y Cristina Kirchner dialogaron en la madrugada del lunes 23 de octubre tras el triunfo del ministro candidato frente a Javier Milei y Patricia Bullrich. Lo volvieron a hacer el lunes por la tarde y este martes. Las conversaciones se dieron en medio de la profunda crisis que atraviesa la oposición tras la decisión de Mauricio Macri y de la exministra de Seguridad de apoyar al libertario, lo que despertó la furia de los radicales y de la Coalición Cívica.
Aunque desde el radicalismo afirmaron que no apoyarán a ninguno de los candidatos a presidente que competirán en el balotaje, en el kirchnerismo hay aval para que Massa continúe con los guiños a ese sector y al espacio de Juan Schiaretti, tal como lo hizo desde el escenario del complejo C de Chacarita apenas conocido el resultado de la elección. Pero piden respetar el programa de Gobierno que planteó Cristina Kirchner en abril pasado en el Teatro Argentino de la Plata, en medio de los rumores de su posible candidatura. Un programa que exige, entre otros puntos, una renegociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y un nuevo “pacto” democrático.
Así las cosas, según pudo saber TN de fuentes cercanas a la Vicepresidenta, desde el ala más dura del kirchenrismo partió la recomendación para que Massa no descuide la campaña territorial a la que se volcó en mayor medida tras la derrota en las PASO. “Massa ganó en buena medida por la tracción del kirchnerismo y (Axel) Kicillof en la Provincia, no tiene que inmiscuirse en discusiones de dirigentes ni asociar su imagen a las disputas políticas, la gente tiene que sentir que sigue cerca de sus problemas”, decían en uno de los despachos del Senado.
En medio de la crisis de la oposición, el kirchnerismo le pide a Massa que no descuide la campaña territorial
El kirchnerimo cree que pese al salto de Macri y Bullrich al espacio de Milei, no alcanzarán para que el libertario se imponga en las urnas en noviembre. Sostienen que de los más de 6 millones de votos que cosechó la presidente del PRO, solo podrán conservar algo más del 30% y creen que una parte del electorado desencantado con la última decisión migrará a Massa o al voto en blanco.
Atento a lo que ocurrió en estos días, La Cámpora también se prepara para “desarmar el armado territorial del libertario”, principalmente en la primera y tercera sección electoral de la provincia de Buenos Aires.
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Aunque nadie se anime a decirlo oficialmente, en Unión por la Patria reconocen que hay canales de diálogo con el radicalismo. Algún que otro dirigente oficialista se mostraba satisfecho con que, al menos, la UCR no se haya pronunciado a favor del libertario.
Incluso, antes de que Morales y Martín Lousteau salgan a decir que no tenían pensado apoyar a ningún candidato, en el kirchnerismo aseguraban estar dispuestos a que Massa lleve adelante negociaciones con Morales, una figura que hace ruido en las filas kirchneristas más duras por su largo historial conflictivo con Milagro Sala.
En el massismo también se hablaba de la posibilidad de guardar un lugar para el radicalismo en un eventual Gobierno de Unidad. Un dirigente cercano a Massa le había dicho que se pensó en otorgarle el manejo del Fondo Miner o permitir que coloque funcionarios en áreas clave del Ejecutivo. “Massa va a poder manejar esas tensiones”, aseguraron a TN fuentes del oficialismo.
Si bien el kirchnerismo está de acuerdo con la idea de conformar un gobierno de unidad, no pierde de vista algunas condiciones de base como no olvidar el programa de gobierno de Cristina, que sugiere una renegociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la configuración de un nuevo pacto democrático. A ese pacto se deberán ajustar aquellos que empiecen a formar parte del eventual gobierno de Sergio Massa.
