Finalmente, el presidente Alberto Fernández promulgó la polémica ley de movilidad jubilatoria y, como no podía ser de otra forma, lo hizo en medio de un mar de mentiras acerca de que esta normativa beneficiaría a los jubilados cuando no es así. Por el contrario, lo que hizo el Congreso primero legalizando la reforma jubilatoria y el presidente después promulgando lo que fue convalidar un verdadero saqueo de Estado a los jubilados.
Alberto Fernández dijo que los jubilados van a estar un poco mejor con esta modificación en lo que se traduce como una hipocresía, como pocas veces se ha visto. Incluso, dijo que cumplió con su promesa de darle prioridad a los que más necesitaban, cuando no hizo más que convalidar un saqueo a los bolsillos de los jubilados. ¿O acaso en Argentina no son ellos los que más necesitan teniendo en cuenta el magro ingreso que perciben desde siempre?
El colmo de la hipocresía tuvo lugar cuando el presidente Alberto Fernández dijo que cumplió con su promesa de campaña acerca de que los jubilados no pagarían con la inflación. Justamente, el hecho de que la nueva fórmula de movilidad jubilatoria no tenga en cuenta la suba generalizada de precios de la economía, es lo que convierte a esta ley en un ajuste brutal para los salarios de los jubilados y pensionados.
El kirchnerismo llenó con toneladas de piedras el Congreso de la Nación cuando la gestión de Mauricio Macri modificó la movilidad jubilatoria. Esta vez, es el propio oficialismo el que realiza esta maniobra que consiste en un ajuste puro y duro para congraciarse con el FMI. De esta manera, la hipocresía queda al descubierto teniendo en cuenta que siempre se llenaron la boca hablando de que eran los únicos que defendían a los jubilados.
Y es que para el gobierno, el ingreso de los jubilados no es más que un simple gasto público. El agravante de esta situación es que, al no contemplar a la inflación como variable de actualización de los haberes, el ingreso de los jubilados se verá brutalmente golpeado durante el transcurso del 2021. Esto se debe a que la inflación estará cerca del 40 o 50%, teniendo en cuenta la cantidad de precios que se actualizarán durante este año.
Esto significa que el ingreso de los jubilados irá perdiendo mes a mes en la lucha contra la inflación sin que le importa a nadie, mucho menos al gobierno. Tal parece que es cierta la frase que reza que el hilo siempre se corta por lo más delgado y es lo que ha decidido el oficialismo, es decir, ajustar con los abuelos profundizando de esta manera la cultura del descarte que existe sobre las personas que integran el grupo de la tercera edad.
Lo peor del caso, es que Alberto Fernández festejará como un beneficio una ley de movilidad jubilatoria que no es más que un ajuste sobre el ingreso de los jubilados. Sin la más mínima honorabilidad, encima le miente a la sociedad que los abuelos estarán un poco mejor cuando será todo lo contrario, gracias al saqueo que el kirchnerismo institucionalizó en el país por medio del Poder Legislativo, primero, y de parte del Poder Ejecutivo después.
