En un miércoles caótico en las calles de San Miguel de Tucumán debido a las protestas, amenazas de bombas y semáforos sin servicio, la Municipalidad de Germán Alfaro lanzó una de sus últimas medidas antes del final de su gestión: carteles bilingües para no beber alcohol. La “novedad” de esta campaña preventiva fue anunciada por el subsecretario de tránsito municipal, Enrique Romero, que temprano por la mañana convocó a los medios de prensa a una conferencia.
La cual se realizó en el marco de una reparación cerca de la dirección de Transporte, pero sin pistas de lo que iba a decir. “Buen día. El Subsecretario de Transporte municipal convoca a una conferencia de prensa, en la Reparación de la Calle avenida Avellaneda 663”. La novedad fue grande cuando el anuncio fue la instalación de cartelería bilingüe en la capital, con el fin de prevenir accidentes por conductores alcoholizados.
“Como en español no entienden… Si se toma no se puede manejar”, comenzó diciendo el funcionario alfarista. Luego confirmó que de los 365 días que tiene el año, la Municipalidad de San Miguel de Tucumán sólo realiza 96 operativos. “Hacemos dos controles los fines de semana, uno en la madrugada del viernes y en la del sábado. Por ahí cambiamos a la madrugada del domingo. Son dos controles semanales, ocho al mes y 96 al año”, lanzó a través de Los Primeros.
Y agregó: “Entre esos tenemos 1.200 alcoholemias positivas, lo que es grave”. La medida que aplicará el municipio capitalino, se dio en un contexto caótico en San Miguel de Tucumán, con múltiples cortes de tránsito por una protesta de taxistas autoconvocados en las que se vivieron momentos de tensión. Además, las amenazas de bomba causaron otros bloqueos vehiculares en el microcentro, sin la presencia de agentes municipales para ordenar el tránsito.
Esta ausencia de funcionarios municipales fue registrada en vivo por la prensa, que al acudir a calle Córdoba al 300 donde un colectivo había quedado detenido por un desperfecto, se registró a los conductores subir a la vereda para seguir circulando, poniendo en riesgo a los peatones que debían esquivar los autos por la zona peatonal.
