La reunión de mañana es clave para definir si habrá un nuevo paro de colectivos esta semana. La Unión Tranviarios Automotor (UTA) anunció la medida de fuerza que afectaría a los servicios de corta y media distancia durante jueves y viernes, en reclamo por mejoras salariales, aunque queda definir si se llega a un acuerdo en el encuentro con los empresarios.
En principio, los choferes solicitan un aumento escalonado que incluya un salario de $ 348.800 en julio, $ 380.192 en agosto y una remuneración básica de $ 414.409 en septiembre, además de una suma no remunerativa y por única vez de $ 32.000.
“Hasta acá no hay ningún avance y todo sigue como la semana pasada. Dependemos de lo que manifiesten los empresarios en la reunión”, dijo a LA GACETA César González, secretario general del sindicato.
El planteo se realizará ante el Ministerio de Trabajo de la Nación y podría haber una respuesta durante la tarde de mañana, ya que la reunión se iniciará a las 16. Mientras tanto, las expectativas del sector son bajas.
Según indicó el gremialista, el acuerdo salarial firmado en febrero aseguraba una cláusula de revisión para el caso en el que la inflación superara los índices del monto acordado. “Eso es lo que pedimos. Hasta ahora, el paro está decretado; si se llega a un acuerdo, se levanta la medida”, reiteró.
Aunque todavía se mantienen las imprecisiones, Jorge Berretta, de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat), señaló: “No tuvimos respuesta positiva hasta ahora de parte de la Nación y UTA está en una postura intransigente. De no haber acuerdo, habrá paro”.
Remarcó que no se trata de falta de voluntad para negociar, sino que “las empresas no están en condiciones económicas favorables”. “Hay inflación en el sector, tenemos tarifas congeladas y estamos expuestos al libre mercado. Es un combo explosivo”, manifestó.
Por otro lado, consideró que “de no responder la Nación al pedido”, debería “analizarse según los poderes competentes”. “Que quienes tengan responsabilidad en el servicio público decidan quién va a pagar el real coste; qué va a pagar la Nación, qué va a pagar la Provincia y qué el usuario”, sostuvo Berretta.
“Es algo tan fácil como que las tarifas se adecúen a los estudios técnicos del servicio”, agregó.
El gremio concretó un paro el martes pasado ante la falta de una resolución el lunes en las negociaciones. El miércoles, en tanto, hubo una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo, donde UTA y la Federación Argentina de Transporte Automotor de Pasajeros (Fatap) no acercaron posturas por la suba de salario de los choferes en el interior.
“No vamos a observar paralizados la menor realización de servicios y la precarización de las condiciones laborales que pretenden imponernos, ni la reducción de las fuentes de trabajo, ni perder en condiciones de trabajo y mucho menos permitir que se nos imponga la reducción de sueldos por la demora en acordar en una economía altamente inflacionaria como la que atravesamos”, había expresado UTA en un comunicado.
