La ciudad de Río Grande, en Tierra del Fuego, está viviendo las dos semanas más frías de los últimos 15 años. Este miércoles amaneció con una sensación térmica de 21 grados bajo cero. Estas temperaturas gélidas sostenidas llevaron a que a muchos vecinos se les congelaran las cañerías de agua y gas.
“Hace más de una semana que tenemos temperaturas extremas. Ya estamos acostumbrados a este tipo de clima, incluso fuera del invierno. Pero esta última semana hemos tenido fríos hasta llegar a un extremo, con una sensación térmica de 23 grados bajo cero“, contó Cristian Meza, el corresponsal de TN en esa ciudad.
El paisaje es blanco y hasta se pueden ver bloques de hielo en el mar. En la ciudad fueguina hace más frío que en la Antártida y los habitantes lo están sufriendo.
Este martes se registró el pico más bajo, con una sensación térmica de 23 grados bajo cero, y hace más de cinco días que no logran superar los cero grados.
Hay 35 mil personas que vieron afectado el suministro de agua y algunos también el de gas, en un momento en el que son bienes necesarios para poder calentar los hogares y pasarla un poco mejor.
También hay dificultades en el tránsito y conexiones anegadas por la nieve. Las postales de los autos cubiertos de hielo llamaron la atención de los usuarios en internet, pero son una constante en este lugar.
Según datos del Servicio Meteológico Nacional (SMN), el jueves comenzará a subir la temperatura lentamente.
Tierra del Fuego es una de las tres provincias argentinas que no registra nuevos contagios de COVID-19 en los últimos 14 días. Pero, pese a que la situación epidemiológica favorable le permitió la normalización de sus actividades, la ola polar complica el panorama.
Esta no es la única ciudad patagónica que se vio afectada por temperaturas bajo cero, la misma situación se vive en Río Turbio, Puerto San Julián, Puerto Deseado y El Calafate.
