La legisladora provincial de Fuerza Republicana (FR), Nadima Pecci, presentó en la Cámara legislativa un proyecto de ley dirigido al Poder Ejecutivo de Tucumán, con el fin de que el gobernador Manzur instruya a los organismos correspondientes, a efectos de abrir las escuelas a los chicos y poder retomar el sistema de clases de forma presencial, con los debidos protocolos necesarios.
En ese sentido, la legisladora expresó por medio de los fundamentos de su proyecto de ley, que la suspensión de las clases presenciales se enmarca en una absoluta falta de plan acerca del manejo y de la administración de la pandemia. Además, hizo hincapié en el hecho de que no es factible seguir aplicando medidas extremas como la del aislamiento teniendo en cuenta que ya no estamos en el inicio del año pasado.
Y es que en aquél momento nada se sabía acerca de la por entonces incipiente pandemia y ante el temor de un posible desborde y hasta colapso sanitario, la sociedad en su conjunto aceptó el aislamiento como una primera medida hasta entender que es lo que ocurría y fortalecer el sistema de salud. Pero ese escenario no es el mismo en este 2021, razón por la cual ya es insostenible mantener todo cerrado, sobre todo, las escuelas.
El problema es que ya el año pasado y aun con el virus circulando hubo que abrir los negocios y permitir la mayoría de las actividades. Pero hubo una que permaneció casi paralizada todo el año, que fue la educación. Nadima Pecci remarcó que, mientras en el mundo lo primero que se abrían eran las escuelas, y eran lo último en cerrarse, en Argentina en general y en Tucumán en particular, sucedía todo al revés.
Luego de lo que fue la pérdida de clases presenciales del año pasado, ya resulta insostenible que se mantengan las denominadas “clases virtuales”. Más teniendo en cuenta que desde diferentes organismos como UNICEF, la OMS, la ONU, la Sociedad Argentina de Pediatría, etc, han demostrado que las clases presenciales no inciden en el contagio y que, por el contrario, la falta de presencialidad sí genera un comprobado daño a nivel del desarrollo en lo niños.
La gravedad se acentúa considerando que desde hace un año y medio que los chicos no van a clases de forma regular, ya que en el sector publico hay escuelas que no empezaron nunca con las clases presenciales, y otras en las que los alumnos van cuatro veces al mes. De todos modos, y yendo en contra de toda lógica, el Gobierno decidió cerrar nuevamente las escuelas y lo peor del caso es que nadie sabe por cuánto tiempo.
Teniendo en cuenta que se han retomado casi todas las actividades, la educación no puede continuar siendo lo último en volver, aunque sea a medias remarcó Nadima Pecci, cuando debiera ser lo primero. Otro fundamento de la legisladora provincial se basó en la incontrastable realidad sobre el hecho de que la educación es un derecho humano fundamental, y que el daño que les ocasiona a los chicos el no ir a la escuela, es mucho más grave de lo que se piensa.
Pero, además, es necesario tener en cuenta que para los sectores más vulnerables, la escuela tiene una función de contención irremplazable debido a que muchos chicos que hoy no están en la escuela están en la calle. Entendiendo no existe una dicotomía entre salud y educación, como no existía entre salud y economía, está claro que los chicos no pueden ser siempre la válvula de ajuste.
Queda claro que las escuelas, con los protocolos y el sistema de burbujas no han producido mayores contagios, no existe un motivo racional para mantenerlas cerradas. Y es que, además, no tiene lógica y, por ende, carece de legitimidad una norma que permite que viajar, ir a un bar o a un gimnasio pero no a la escuela. Es por ello que Nadima Pecci le solicita al gobernador que proceda de manera urgente a que se retome las clases presenciales.
