La semana que pasó dejó atónitos a todos luego de observar a la enorme cantidad de runners que invadieron los bosques de Palermo en Capital Federal. Diversas críticas se generaron debido a que se los pudo observar corriendo sin hacer demasiado caso a las medidas de distanciamiento que debían guardar para poder realizar esa actividad. Pero si esas imágenes causaron sorpresa, lo que se vio en Tucumán fue directamente vergonzoso.
Desde el jueves a la noche se vieron veredas atiborradas de personas en bares que tienen la capacidad de poseer mesas al aire libre. Pero las veredas en la famosa esquina de calles Chacabuco y Las Piedras se llenó de personas sin cumplir la distancia mínima entre ellas y sobrepasando la capacidad de las mesas dispuestas. Se vio a empleados sin usar barbijos en lo que es una violación a las normas establecidas en medio de la pandemia.
Algunos habitantes creerán que el coronavirus se erradicó de Tucumán, pero nada está más lejos de eso. Y es que solo un delicado equilibrio mantiene a la provincia a resguardo de sufrir lo que padece el área metropolitana de Buenos Aires o Chaco, que cuentas de a cientos la cantidad de infectados diarios. La circulación es necesaria para la subsistencia diaria, pero lo observado el fin de semana pasada en Tucumán, nada tiene que ver con eso.
En Barrio Norte, había gente haciendo fila afuera de los clásicos locales de cervecería artesanal que se instalaron allí. Dentro de los locales, los clientes se apretaban en torno a la barra de bebidas y los barbijos brillaban por su ausencia. La mayoría de quienes concurrieron fueron personas jóvenes, que parecen desconocer que también pueden sufrir las consecuencias de un virus catalogado como el cuarto más contagioso de la historia.
Pero no solo de consecuencias en materia sanitaria estamos hablando. La irresponsabilidad de unos cuantos, pueden sumir a la sociedad entera en un retroceso hasta la fase 1, perjudicando a miles de personas que a diario trabajan. La situación económica es lo suficientemente complicada como para que un grupo de ciudadanos inconscientes arruinen la flexibilización que el pueblo tucumano logró con tanto esfuerzo.
Es hora de tomar consciencia en el marco de una semana clave como la que empieza teniendo en cuenta que es la previa al día del padre. El comercio, tanto empresarios como trabajadores, tendrán la difícil misión de lograr que las ventas puedan paliar algo la deprimida economía local. No podemos dar marcha atrás en estos momentos, es la oportunidad de hacer las cosas bien y encarar las actividades diarias tomando las medidas recomendadas. Desde este lunes nuestra actitud debe cambiar, ya que el peligro de contagiarse existe y la posibilidad de volver a la fase 1 es una realidad. Que quienes deban salir a las calles para realizar compras, trabajar o simplemente caminar un poco, lo hagan de manera responsable y tomando los recaudos necesarios. Todos juntos logramos mantener la tasa de contagios entre las más bajas del país. Que unos pocos no nos arruinen lo obtenido.
