Opinión. “Lo que nos dejó la semana“
La semana que pasó arrancó con un lunes que quedará para siempre en la historia, debido a que el juez de impugnación Enrique Pedicone, estuvo presente en la Legislatura provincial, frente al Jurado de Enjuiciamiento, que, tal y como lo adelantamos desde este medio, lo trató como si se fuera un pelotón de fusilamiento, dispuesto a sacrificarlo como una suerte de mensaje correctivo hacia quien se atreva a denunciar el entramado entre la Justicia y el poder político.
Lo irónico del caso, es que el Jurado de Enjuiciamiento es un órgano encargado de depurar al Poder Judicial de la provincia. Sin embargo, pareciera que la idea de depuración pasa no por el hecho de limpiar la Justicia de los malos, sino que, por el contrario, apunta a sacar del camino lo que considera obstáculos para continuar manejándose con la impunidad que el propio Pedicone denunció y por lo que ahora lo enjuiciarán.
“Al enemigo ni justicia”, parece que se juramentaron en la Legislatura de Tucumán, todo indicaría que se utiliza la Cámara cuyos integrantes deberían representar al pueblo. Sin embargo, representan cabalmente los intereses del poder político, ese que conducen Manzur desde el ejecutivo y Jaldo desde el Legislativo. ¿Cómo puede ser que el lugar donde deberían deliberar nuestros representantes, se haya convertido en una escribanía?
¿Cómo puede ser que esto se haya naturalizado de tal forma que nadie se sorprenda de que hoy la Cámara legislativa será más bien un cadalso para un hombre que tuvo la osadía de enfrentar al poder? Para colmo, a mediados de la semana, dimos cuenta de que hasta desde el oficialismo se dieron el lujo de chicanear al juez, con una impunidad notoria como para hacerlo pasar por una especie de cadalso a modo de escarmiento.
El titular de la Legislatura, manifestó que Pedicone debe esperar “tranquilo” el veredicto. En ese marco, se intentó instalar que el juicio de la Legislatura hacia Pedicone, era parte del pasado, como si no fuera algo reciente y de grandes y negativas implicancias futuras, si termina siendo destituido y se atrevió a decir que la Legislatura no participa en absolutamente nada que tenga que ver con el juez, luego del jury de enjuiciamiento.
También se atreven algunos legisladores oficialistas a decir que el ex camarista cuenta con todas las garantías para su defensa. Después de que fueron absolutamente parciales a la hora de atacarlo, hasta con solicitadas en los medios de comunicación locales. Pero la hipocresía llega a tal grado, que hasta le reclaman que no hable con los medios y que acepte que sólo en el jury de enjuiciamiento se dirima su suerte.
En ese marco, durante la semana Pedicone comentó que la Legislatura provincial era una náusea institucional, debido a que la línea que divide a los tres poderes del Estado, se desdibujó a tal punto que desde el oficialismo chicanean a Pedicone, como si su enjuiciamiento político no obedeciera a un intento de escarmiento para con él, pero también para con el resto de los funcionarios judiciales que intentaran hacerle frente al poder político en Tucumán.
Justamente, se trata de una Legislatura que esta semana sorprendió aprobando proyectos relacionados con la seguridad, que de prevención no tienen nada, pero que de demagógico, tienen todo. Y es que nuestros representantes del pueblo, decidieron que los punguistas y las mecheras son el verdadero problema de la inseguridad en nuestra provincia. Es decir, no importa que violadores y asesinos hagan de las suyas.
Ese es el tipo de respuestas que nuestros representantes del pueblo le dan a la ciudadanía, se ocupan de punguistas y de mecheras pero asesinos y violadores nada dicen, mucho menos de los jueces que los dejan en libertad para que vuelvan a cometer los mismos crímenes. Evidentemente los legisladores deben creer que las mecheras son una gran amenaza y decidieron ocuparse de ellas en lugar de apuntar más arriba.
Cuán lejos quedó la tan mentada ley antimotochorros, que aseguraban desde el oficialismo serviría para acabar con esta modalidad del delito. No sólo ese vaticinio no se cumplió, por el contrario, el robo utilizando este rodado ni se inmutó y hasta invadió Barrio Norte ante la impávida mirada de las autoridades que observan cómo durante la semana dos mujeres fueron arrastradas varios metros por una simple cartera.
También desde Tucumán Despierta, señalamos que casi de casualidad se logró detener a dos jóvenes de 23 y 19 años, que lideraban una peligrosa banda que incluye menores de hasta 14 años con múltiples antecedentes y que robaban a mano armada a taxistas en la zona de Villa 9 de Julio. Las autoridades sabían de la existencia de este grupo ya que son conocidos en el lugar, pero recién en los últimos días se dieron cuenta de que debían hacer algo.
Justamente, en la semana trascendió una muestra que dio cuenta de que la inseguridad es por lejos la principal de las preocupaciones de la gente en Tucumán. De hecho, la sociedad tiene a la inseguridad como una amenaza superior incluso a la mismísima pandemia de coronavirus, a pesar de lo que implica. En ese marco, en la encuesta, la sociedad consideró a la inacción de la Justicia como el principal causante de la inseguridad.
¿Es que acaso los funcionarios del Poder Judicial seguirán jugando a que nada malo ocurre en Tucumán? ¿Cuánta más sangre tendrá que ser derramada en las calles de nuestra provincia para que se dignen a reaccionar? La sociedad está harta y así lo ha hecho saber una y otra vez, ya sea por medio de encuestas o por marchas. Es hora de que la Justicia comience a actuar en favor del bien común de todos, en lugar de dedicarse a cuidar a los amigos del poder.
Las ironías de la vida hicieron que en Tucumán se conmemorara el día que murió Maradona el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Justamente, en una provincia que no ha hecho más que hacer los deméritos suficientes para convertirse en la primera de todas de Argentina, en cuanto a la cifra de femicidios por densidad poblacional. Y como si ello no fuera suficiente, se trata del tercer distrito que más casos de femicidios ha registrado en total.
De hecho, desde este medio, hace un mes reflejamos este flagelo que causa estragos en Tucumán, justo antes de que tuviera lugar el femicidio de Paola Tacacho. Sin saberlo, en esos momentos, se estaba pergeñando el plan de parte de Mauricio Parada Parejas, para acabar de una vez con la vida de la docente de inglés. Luego, el caso destaparía la complicidad de la Justicia local, que sólo atina a defender a aquellos que tienen poder. Y es que es justamente el mal accionar del Poder Judicial local, es lo que contribuyó a que Tucumán se convirtiera en un lugar realmente peligroso y mortal para las mujeres ante la inacción de las autoridades gubernamentales, que no parecen tener capacidad de reacción ante este flagelo. Sería deseable que para la semana que comienza mañana lunes, esta provincia dejara de ser un lugar tan peligroso para sus habitantes y que la Justicia empiece a funcionar.
