Los vecinos de barrio Norte quedaron en alerta, tras un robo que sufrido por una joven en la entrada de un edificio de Marcos Paz al 700. Este hecho, ocurrido la semana pasada, se conoció mediante un video, que se viralizó en las redes sociales. Según describen quienes viven en la zona, se registraron más arrebatos durante diciembre, lo cual que “le ha quitado la paz al vecindario”.
“Cuando terminaron las clases, aumentaron los robos en la zona”, explicó Gustavo Mendoza. “Un instituto (educativo) y un sanatorio son las entidades que generan más movimiento durante el año en este sector de la capital”, explicó.
En la esquina con Junín, donde funciona un drugstore durante las 24 horas, Leandro Arap recordó que hace poco le había tocado trabajar durante la madrugada y había escuchado que golpeaban un portón. “Eran las 3. Me acerqué y vi a un chico acorralado. Le quitaron su moto. Unos tipos lo encañonaron y se llevaron el vehículo”, explicó el joven.
La encargada de una panadería, quien pidió que su nombre sea preservado, relató otro hecho de inseguridad. “A una de las chicas del local la asaltaron a las 6, cuando llegaba para abrir el negocio”, lamentó. “Nosotros sufrimos ataques con cierta frecuencia. Varias veces nos hurtaron los focos que dan a la calle, e incluso nos llegaron a arrancar un reflector del techo”, explicó la mujer, indignada al recordar los sucesos.
Según el relato de la empleada, cuando los dueños decidieron poner cámaras de seguridad, descubrieron que el ladrón era un hombre que recorría la cuadra a pie, sustraía elementos de iluminación y los cargaba en una caja. “Últimamente, la zona se volvió muy peligrosa”, sostuvo la mujer.
A su turno, Arap recordó que el colegio de la zona había sufrido robos similares, al igual que otros comercios de la cuadra.
El video del ataque
“Yo llegué cinco minutos antes de que sucediera el robo a la joven. Volvía de una cena, y apenas entré a mi departamento escuché los gritos. Salí al balcón y vi como arrastraban a la chica por la vereda”, recordó Marcela, vecina del edificio. “La calle Junín se volvió intransitable. Irónicamente, tenemos a la Unidad Regional Capital a una cuadra, pero los asaltos suceden igual”, suspiró, con decepción.
Mendoza también manifestó que meses atrás un desconocido, bajo la modalidad “hombre araña”, había trepado los balcones y habría robado en varios departamentos. “Pareciera que esto funciona por épocas. Roban seguido durante dos o tres meses en un sector determinado y después se calma la zona. Ahí, los ataques se trasladan a otro barrio”, especuló el vecino.
“Ocurrieron varios robos más: ladrones desvalijaron hace poco la casa de una señora. Tengo entendido que en otra vivienda cercana, pasó lo mismo. A una señora la arrastraron para quitarle su bolso a una cuadra de la Brigada”, ilustró Arap, encerrado tras las rejas que protegen su local.
Con muchas llaves
Otro suceso tuvo lugar en Santa Fe al 800. Según informaron fuentes policiales, tres agentes aprehendieron el lunes a un joven, de 33 años, cuando intentaba ingresar a un edificio probando diferentes llaves en la entrada.
Mediante las cámaras de seguridad, y tras consultar a la administradora, se constató que el hombre no vivía allí y que podría tener vínculos con los robos que sufrió el consorcio durante los meses anteriores. El sospechoso fue detenido y se le sustrajeron las llaves, pero luego, la Justicia determinó que no se adopten medidas privativas de la libertad.
Otro vecino, quien se presentó como Eduardo, enfatizó que a su hija la habían arrastrado para robarle el celular, como le había pasado a la joven del video. Y agregó: “a mi hijo lo encañonaron entrando a la casa. Mi señora y yo nos venimos salvando”.
Carlos, el portero de un edificio de calle Marcos Paz al 700, detalló que por las tardes se han registrado hurtos de celulares y carteras, entre otras pertenencias. “Puede tener que ver con la oscuridad que generan los árboles de noche, o porque en más de una ocasión robaron y rompieron focos”, argumentó.
“Ahora, ubicaron aspirantes de la Policía en las esquinas. Esos chicos pueden alertar cuando pase algo, pero la realidad es que están hasta las 21 y muchas veces los robos ocurren después”, concluyó el trabajador.
