Ayer a la tarde, la administración nacional volvió a recibir un duro golpe cuando el juez frenó también el proyecto de Omar Perotti para intervenir Vicentin. Y es que el magistrado en cuestión, Fabián Lorenzini de Reconquista, quien está a cargo del concurso de acreedores de la empresa cerealera, volvió a confirmar que los directores de Vicentin deben continuar en sus cargos y al frente de la toma de decisiones operativas.
Mientras crecen los rumores acerca de que el Gobierno podría apelar el fallo del magistrado, el apoyo que concita el oficialismo se reduce entre la opinión pública. Y es que el Poder Ejecutivo no parece entender que la intervención de una empresa concursada la decide el juez y no un poder ejecutivo. Tampoco, aún a pesar de que el sábado pasado se desarrollara una manifestación masiva en más de 70 ciudades del país.
Por el contrario, redoblaron la apuesta y tildaron de ineptos, sospechados de ilícitos y vaciadores patrimoniales a los directivos de la empresa. Mientras tanto, el director de Vicentin, Máximo Padoan, opinó que “el plan de Perotti es mucho peor que el DNU de Alberto Fernández”. Al tiempo que pidió que se tenga en cuenta que “somos una empresa endeudada en dólares que no sólo fue afectada por las devaluaciones de nuestro peso”.
En esa línea, aseguró que “si los distintos directorios de la empresa de los últimos años deben arrepentirse es de haber invertido tanto con deuda en dólares, pero fue la única forma que encontramos de hacer crecer el complejo”. A todo esto, hoy se conoció un comunicado de la Red Nacional de Productores Autoconvocados que cuestionó en duros términos al Gobierno nacional y apoyó a la empresa Vicentin.
Frases como “No queremos ser Venezuela, somos la República Argentina” son el caballo de batalla de quienes no quieren ver sus posesiones sustraídas por el Estado. Los productores aprovecharon para repudiar “la intromisión del Poder Ejecutivo en asuntos que violan la división de poderes, la letra y el espíritu de la Constitución Nacional”. El pedido claro pasa por que sea el ámbito judicial donde se encuentre el remedio para los males que aquejan a la empresa.
“No necesitamos que nos den una mano, sino que nos saquen las dos de encima. No necesitamos que vengan a rescatarnos, a recuperarnos, ni a cuidarnos. No necesitan las personas adultas de un Estado niñera, eufemismo con el que suele encubrirse un estado abusador y violador”, expresaron de manera contundente, sin dejar lugar a dudas lo que representa el Estado cuando interviene como un elefante en un bazar. Y es que los males denunciados siempre son los mismos: hostigamiento constante a la actividad privada, la presión impositiva asfixiante, el desdoblamiento cambiario y la falta de moneda. El mencionado comunicado lleva la adhesión de cientos de productores autoconvocados de distintos puntos del país, abarcando a provincias como Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe y Tucumán y la propia Buenos Aires.
