El intendente de Yerba Buena, Mariano Campero, no hace nada por la salud de los vecinos de la Ciudad Jardín. Y es que el Centro de Salud Municipal Dr. Ramón Carrillo, no cuenta con vacunas para la neumonía a pesar de que la actual, es una época fundamental para realizar las inmunizaciones. De hecho, esta inoculación, junto con la de la gripe y la del coronavirus son claves según los especialistas.
¿Cómo es posible entonces que mientras los demás municipios de Tucumán ya están aplicando la vacuna contra la gripe y la neumonía, esto no ocurra en Yerba Buena? Desde ayer, el frio llegó de golpe a la provincia sorprendiendo a todos y los meteorólogos dieron por oficializada la llegada de la época invernal a la provincia. Se hace más necesaria todavía la posibilidad de vacunarse cuanto antes.
Pero los ciudadanos de Yerba Buena no cuentan con esa posibilidad ante la falta de vacunas contra la neumonía. Esto es una obligación del intendente Campero, así lo indica de forma clara y contundente la ley 5529, Orgánica de Municipalidades, en el Capítulo II, Atribuciones y Deberes del Intendente. Pero pareciera no estar informado sobre ello el mandatario de la Ciudad Jardín.
[su_note note_color=”#0A8C06″ text_color=”#ffffff” radius=”10″ class=””]Y es que en el Artículo 47, inciso 24 que constituyen atribuciones y deberes en general del intendente el de “asegurar los servicios primordiales del municipio: higiene, moralidad, seguridad, defensa y abastecimiento y realizar cuantas gestiones fueren necesarias para cumplir con sus funciones en beneficio de las personas y cosas referidas a su jurisdicción”. Entonces, ¿Por qué descuida la salud de sus habitantes?[/su_note]
Claramente, lo más importante para Campero pasa por otro lado, pasa por aparecer en la foto de Juntos por el Cambio en lo que será la reunión del próximo viernes. Eso, junto con el lugar que ocupará en la lista para las elecciones de este año es lo que en verdad le preocupa y ocupa al intendente de Yerba Buena. Sólo reconoce sus propios y mezquinos intereses políticos, en lugar de los de la gente.
Pero no es sólo el único en Yerba Buena a quien no le interesa la salud de los ciudadanos de esa jurisdicción. Y es que los concejales que integran el Concejo Deliberante de la ciudad Jardín, tampoco se preocupan de esta situación. Esto se debe al hecho de que estarían alineados con las migajas que podrían recibir apoyando a Campero en las elecciones de este año y pensando en las del 2023, cuando el actual intendente deje su cargo.
Lo que está claro es que ni a los concejales ni al propio Mariano Campero les importa la salud de la propia gente que los votó mayoritariamente en el 2019. La deficiente gestión del oficialismo municipal deja mucho que desear en muchos aspectos, pero en el de la salud, directamente hay un abandono en pos de que el intendente gane terreno en Juntos por el Cambio, aunque eso les cueste la salud a los propios habitantes de Yerba Buena.
