Fue el recordado ex gobernador Fernando Riera quien, con un decreto, institucionalizó esa designación relacionada con la celebración de la Navidad.
Las nuevas autoridades comunales -encabezadas por el flamante comisionado Luis Mendoza– con el acompañamiento de los vecinos, trabajan sin tregua y a pesar de la lluvia, construyendo unos 18 pesebres por la avenida Inmaculada Concepción y otros 30 en los distintos barrios de la localidad.
La particularidad de estos retablos es que se los hace utilizando material totalmente reciclable, según informaron los responsables. Y, de a poco, el pueblo va adquiriendo un brillo navideño que entusiasma.
El imponente árbol de Navidad de la plaza, hecho con maderas de tarimas y luces multicolores, le imprime más atracción al paisaje. Todas las obras que representan el ambiente donde nació el Niño Dios, concursan en un certamen promovido por la comuna. Este hecho estimula la creatividad de la población.
“Este lugar siempre tuvo una particular forma de celebrar la Navidad. Todos los vecinos nos esmerábamos mucho en hacer nuestro pesebre al frente de casa. Era una forma de venerar a Jesús. Para el 25 de diciembre nos juntábamos a festejar en el pesebre mayor de la plaza. Tenía que ver con una tradición que le dio identidad a este lugar. Pero lamentablemente, por cuestiones que desconozco, esta costumbre se fue perdiendo”, aseguró Mirta Herrera.
“Ahora todos estamos abocados a recuperar ese paisaje único que lograba el pueblo en sus mejores tiempos de la celebración. Queremos volver a ser la Capital del Pesebre”, enfatizó la joven mientras, bajo la lluvia que no daba tregua, atendía los detalles de uno de los pesebres de la avenida Inmaculada.
“Estos festejos que le dieron renombre e identidad a nuestra comunidad nunca se tendrían que haber perdido. Pero intereses ajenos al sentir de la gente lo lograron. Por suerte ahora los estamos recuperando”, celebró Enrique Díaz. “En estas obras se está utilizando diverso tipo de recursos. Todos nos queremos lucir con el mejor pesebre”, apuntó.
“Nos estimula ver a las nuevas autoridades trabajar con los vecinos en un proyecto que siempre nos dio renombre y mucho orgullo. Es lindo ver como en esto se involucran niños, jóvenes y adultos”, agregó Isabel Villarruel.
El comisionado comunal Mendoza dijo, por su parte, que el desafío de restablecer en el pueblo la tradicional fiesta que hacía mérito a la denominación de Capital del Pesebre, con el concurso que organizaba la comuna, se lanzó pese a las dificultades económicas y el poco tiempo que disponía desde que asumió su cargo.
“Para la gente siempre fue un acontecimiento que se vivía con mucho orgullo y entusiasmo. Por eso encaramos ahora su refundación con el esfuerzo de todos. Da satisfacción ver la respuesta que está brindando la población a la convocatoria que hicimos. Está trabajando en medio de la lluvia”, comentó el funcionario. Precisó que la comuna premiará el mejor pesebre de la avenida y el de los barrios.
“Aspiramos a que todo el año sea Navidad en Río Seco. Y con esa idea vamos a hacer un parque temático”, anticipó el titular de la comuna que va camino a recuperar el titulo que enorgulleció a sus vecinos.
