Vacunación Dengue

Monjas de una congregación de Núñez cuentan los abusos sexuales por parte del cura

El sacerdote Pascual está preso en el penal de Ezeiza y procesado por dos casos. Luego de violarlas, las confesaba.

Vacunación Dengue

Fueron años de sometimiento sexual para un grupo de monjas de la Congregación Hermanas de San José. No fue fácil para ellas decidirse a denunciar al líder espiritual del lugar, el sacerdote Manuel Pascual, alias “Santito” para algunos. Primero fueron a buscar ayuda en el interior de la Iglesia pero no la obtuvieron. Una vez que dejaron los hábitos, entre las tres monjas juntaron fuerzas y fueron a la Justicia. Hoy, el cura está preso en el penal de Ezeiza y procesado por dos casos de abuso sexual.

La Iglesia les dio la espalda a las religiosas y a lo que sufrieron aún cuando le hicieron saber los hechos al arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli. Incluso, éste se ofreció a modo personal como aval de la prisión domiciliaria que pretendía conseguir Pascual para seguir detenido en el Hogar Sacerdotal “Mons, Mariano Antonio Espinosa”. Pero la Cámara del Crimen rechazó el pedido y por ahora el sacerdote seguirá preso en Ezeiza y procesado tal cual lo determinó el juez de primer instancia Javier Sánchez Sarmiento.

Asistencia Pública

Las monjas testificaron ante la Justicia y luego ante las cámaras. Una de ellas sufrió abusos sexuales al menos entre 2012 y 2016 en las instalaciones que ocupan toda una manzana para la Congregación en Ernesto Bavio 2816, en Núñez, a pocas cuadras de la cancha de River. Detrás de sus paredones, nadie imaginó lo que pasó durante tantos años.

Cumplimos

No fue el único escenario. En Capitán Sarmiento, provincia de Buenos Aires, Pascual promocionaba, incluso por Internet, retiros espirituales en “La Ermita”, un campo ubicado varios kilómetros adentro de la ruta 8 y donde la atención estaba a cargo de las religiosas. Por las noches era cuando cometía los abusos.

Al ataque sexual le precedía toda una acción de “ablande” por parte del cura donde a las monjas las sensibilizaba con temas personales, les inculcaba una “absolución” del dolor que llevaban consigo y les proponía gozar. No terminaba ahí. Después de cometer el hecho, y estando las religiosas con el hábito puesto, las confesaba.

Pascual era el líder espiritual de la congregación, el que regía la vida diaria del lugar y en quien las monjas confiaban en el camino de la devoción a Dios. Por eso había una sumisión de poder, donde las monjas tenían prohibido hablar entre ellas, él les imponía a algunas la obligación de realizar dietas sin sentido, y hasta, según ellas denuncian,les impedía tener acceso a la medicina tradicional.

Banner Tucumán Despierta
Banner Tucumán Despierta
Dejanos tu Comentario