A mediados de octubre del año pasado, el intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro, se encontraba en el ojo de la tormenta debido a que por entonces la provincia llegó a padecer 16 días consecutivos de paro del transporte público de pasajeros sólo en ese mes. En aquél momento, con toda irresponsabilidad, el mandatario capitalino se sacó el problema de encima desligándose de su posibilidad de hacer algo concreto.
Teniendo en cuenta que desde el mediodía de ayer y en el amanecer de este viernes previo al fin de semana largo por los festejos truncos de carnaval por la pandemia, el intendente Alfaro tiene la oportunidad histórica de ponerle fin a este despropósito de la UTA, cuyos paros no son más que un recurso extorsivo en contra de los tucumanos, sobre todo, de los vecinos de San Miguel de Tucumán.
En ese sentido, cabe preguntarse: ¿Germán Alfaro se hará cargo de esta problemática que le atañe? Hace algunas semanas, dimos cuenta desde este medio que, según fuentes consultadas por Tucumán Despierta, el intendente Alfaro estaba a punto de revocarles la concesión a todas las líneas que circulan por la capital. Entonces, este es un momento más que propicio para hacerlo.
En su momento, el intendente capitalino estaba dispuesto a llamar a licitación por nuevas líneas de colectivos a convenir con nuevas empresas de transporte en el marco de un posible nuevo paro de UTA, el cual, finalmente no se llevó a cabo. Pero luego de que de forma imprevista los choferes de colectivo decidieran cortar el servicio desde el mediodía de ayer, el intendente capitalino deberá entender que no puede postergar más su decisión.
Y es que los habitantes de la populosa San Miguel de Tucumán, deben tomar conciencia de que es el intendente Alfaro quien puede poner fin al conflicto del transporte público de pasajeros. Para ello, debe sacar las concesiones para que, luego de un llamado a licitación, arriben empresarios serios que puedan hacerse cargo de asegurar el normal funcionamiento de este servicio por demás esencial.
En este sentido, Alfaro está frente a una verdadera oportunidad histórica: o puede convertirse en héroe o terminar como villano si no actúa de una vez. En definitiva, ¿Qué hará el intendente con este asunto del paro de colectivos? ¿Seguirá manteniendo la concesión de las empresas que viven dejando a los ciudadanos a pie? ¿O de una vez por todas les sacará la concesión a las ineficientes empresas de colectivos y se llamará a licitación nuevamente?
Para Germán Alfaro, llegó la hora de la verdad, justo cuando la sociedad llegó al límite de la tolerancia ante la falta de transporte. Y es que no tendrá más remedio que actuar debido a que o bien decide intervenir en el conflicto para cumplir con el mandato de gobernar para los vecinos de San Miguel de Tucumán, o les falla a los ciudadanos mediante el desinterés de intervenir en un asunto que es su responsabilidad.
