“Les entregan semejantes camionetas a los hijos para que salgan de joda y anden machaos, y miren la cagada que han hecho en nuestra familia” reclamaba la familia de Carlitos Robles con la prensa, días después de su trágica muerte, tan solo minutos después de salir a trabajar a bordo de su taxi un lunes 24 de abril por la madrugada.
Ayer viernes, a pedido del Ministerio Público Fiscal se realizó una audiencia de prórroga de la prisión preventiva contra el conductor (de 27 años). Está acusado por el delito de homicidio culposo por la conducción imprudente de un vehículo con motor, agravado por el exceso de los niveles de alcohol en sangre y por circular en exceso de velocidad, en calidad de autor.
Al respecto, cabe mencionar que el auxiliar de fiscal, Benjamín Zavalía, por delegaciones del titular de la Unidad Especializada de Atentados contra las Personas I del MPF, Diego Hevia, solicitó la extensión de las medidas de coerción por 60 días, que fueron autorizadas por el juez actuante.
En la audiencia anterior, realizada el pasado viernes 16 de junio, la jueza interviniente dispuso el cambio de modalidad (arresto domiciliario). En la jornada de hoy, el Auxiliar de Fiscal consideró que los riesgos procesales se encuentran vigentes atento a las medidas que restan practicar (pericia accidentológica y declaraciones testimoniales).
De acuerdo a la teoría de caso, todo ocurrió el lunes 24 de abril del corriente año, siendo las 06:20 horas aproximadamente, en circunstancias en que la víctima (de 28 años), se encontraba trabajando mientras manejaba su auto particular (taxi de la capital) por calle San Miguel, circulando de norte a sur.
Fue entonces al llegar a intersección de calle Marcos Paz de esta ciudad capital, el imputado quien conducía en exceso de velocidad bajo los efectos del alcohol (1,42 miligramos en sangre) en una camioneta, sin detener su marcha, embistió el auto de la víctima, perdiendo la vida de forma inmediata como consecuencia del impacto por la conducción imprudente.
