Hace dos años que los rosarinos sufren la desidia de los que queman los humedales de manera intencional y recientemente, el viento del este, volvió a llevar el humo del delta a la ciudad.
La situación en las calles, describen los vecinos, es desalentadora y genera cada vez más preocupación, ya que la calidad del aire llegó a niveles “peligrosos” esta semana.
El índice de calidad del aire está en 143 y esto no es bueno, por el hecho de que supera cinco veces superior el límite de referencia de la OMS. El rango entre 100 y 150 vuelve al aire sensible para grupos de riesgo, y si pasa los 150 se vuelve insalubre para todas las personas.
La situación en Rosario generó que aumente las consultas a oculistas y neumonólogos producto de afecciones en la salud de los pobladores que hace meses conviven con el aire viciado.
“ESTO ES LO QUE ESTAMOS RESPIRANDO”
Desde que el viento llevó las cenizas a la ciudad, los vecinos denunciaron que la situación que viven es insólita, peligrosa y desalentadora. De hecho, el diputado rosarino, Federico Angelini, llevó el debate al recinto y reclamó medidas urgentes.
“Esto es lo que estamos respirando. No solamente nos están matando las balas por la impericia del Gobierno Nacional y de Perotti, sino que nos están matando todos los días con los que nos hacen respirar”, afirmó en plena sesión.
Luego de esparcir algunas cenizas y volcar otras en el agua, para mostrar el daño que producen, lanzó: “Les pido que resuelvan este tema y si no, les pido que renuncien”.
