Vacunación Dengue

Sergio Massa confía en llegar al balotaje y piensa en la nueva etapa: unión nacional y cambios

El candidato de Unión por la Patria considera que logró posicionarse mejor como la contracara de Milei. Cuáles son los ejes que va a poner en marcha desde mañana. Y los secretos de 70 días interminables de campaña

Sergio Massa
Sergio Massa llega a la elección convencido de que estará en la segunda vuelta con Javier Milei
Vacunación Dengue

“A los 6 años, sentado en el banco del colegio con un vecino mío, un compañero que sigo viendo, la maestra nos preguntó qué queríamos ser: él contestó bombero y yo, presidente”. Esa breve anécdota que Sergio Massa eligió contar en el acto de cierre de campaña echa luz sobre todo lo que se juega el candidato de Unión por la Patria. Profesional de la política incansable, el dirigente de 51 años que nació en el conurbano bonaerense en una familia de inmigrantes de clase media, afrontará este domingo, y por segunda vez, una elección crucial para su futuro y el de la Argentina.

El consenso de las encuestas -incluso las que se hicieron esta última semana y que no se difundieron por imperio de la veda- lo ubican detrás pero cerca de Javier Milei, el economista libertario, con quien Massa eligió allá por junio pasado polarizar frente a su discurso flamígero y atiborrado de gritos e insultos. En la disputa por la futura Presidencia también está Patricia Bullrich, la ex ministra de Mauricio Macri, que prefirió rivalizar con el kirchnerismo y asentarse en la grieta.

Asistencia Pública

Si se concreta el ingreso en la segunda vuelta, el candidato a presidente de Unión por la Patria buscará en primer lugar reforzar su discurso a favor de la unidad nacional, una apelación dirigida al votante opositor que le teme a Milei y a las consecuencias de sus propuestas. Es un universo amplio y difuso, que va de los votantes de Juan Schiaretti y Myriam Bregman, a los que eligieron a Juntos por el Cambio pero no están dispuestos a dar “un salto al vacío”.

Movilidad

Uno quedará afuera. Milei, Massa y Bullrich, los tres candidatos a presidente  Uno quedará afuera. Milei, Massa y Bullrich, los tres candidatos a presidente

Habrá, de conseguir el ticket para la final electoral del 19 de noviembre, dos andariveles en sus mensajes: reforzar un perfil de liderazgo previsible, de diálogo y estabilidad y al mismo tiempo propuestas macro, como pueden ser en materia de seguridad, empleo joven, plan exportador, y micro, como puede ser el destinado a las mujeres, con la creación de jardines maternales que les permita dejar a sus hijos para poder trabajar.

Un largo recorrido

Más allá de propuestas, previsiones y encuestas -que tuvieron escasa efectividad para pronosticar resultados- el ministro de Economía llegó a este domingo después de transitar una carrera de obstáculos: después de las PASO, hubo una devaluación, un fogonazo inflacionario, la sugestiva irrupción de escándalos en el PJ bonaerense, como el yate en Marbella de Martín Insaurralde y las tarjetas de Julio “Chocolate” Rigau, y una disparada del dólar.

Banner Tucumán Despierta
Banner Tucumán Despierta

Antes, durante y después de todos esos episodios, el ministro-candidato desplegó una batería de medidas, anuncios y decisiones para conjurar el malhumor social y mantener la sensación de una economía en movimiento. Hubo aumentos, bonos, eliminación de impuestos –el epítome fue Ganancias– créditos, alivios fiscales para empresas y recortes tributarios a pymes y productores, sobre todo del interior del país. “Full peronismo”, recordó uno de los colaboradores del ministro. En ese jubileo, el gobierno benefició a estudiantes y profesores, desocupados y trabajadores, madres y jubilados, empresarios y empleados públicos. A cada santo le llegó su vela.

Pero no solo hubo anuncios. En pleno auge del discurso “anti casta”, en el oficialismo apareció la política. El candidato del peronismo enfrenta estos comicios con la convicción de que acertó al haber polarizado rápidamente con Milei, con una receta que diseñaron los estrategas de Unión por la Patria y que, luego, enriquecieron unos publicistas enviados por Luiz Inacio Lula Da Silva. El líder del PT, en la charla que mantuvieron en su despacho del Palacio del Planalto y que cubrió Infobae, le sugirió dos cosas: unir a todo el oficialismo, hasta la parte más pequeña, y criticar las propuestas de Milei, pero no a su persona y menos a sus votantes.

El tipo de confrontación con el candidato victorioso de las PASO fue el marco conceptual a partir del cual se organizaron otras líneas de acción para estos 70 días, después del 13 de agosto.

El encuentro de Massa con Lula, en el Palacio del Planalto, en Brasilia

El encuentro de Massa con Lula, en el Palacio del Planalto, en Brasilia

Más allá de la sugerencia de Lula, Sergio Massa se enfocó en terminar de armonizar a todos los sectores de Unión por la Patria, incluso al sector de Juan Grabois, que lo enfrentó en las PASO. La eficacia en ese objetivo le permitió ocupar la centralidad política del oficialismo y desactivar las internas y los “ruidos” que provenían con o sin intención de los gobernadores, los sindicalistas, los movimientos sociales y La Cámpora.

En ese zurcido invisible, hubo hitos clave que redondearon este presente donde los recelos y diferencias quedaron reducidos al mínimo. Massa viajó a Tucumán, La Rioja, Salta, Neuquén, Mendoza y Entre Ríos, entre otras provincias. Con los gobernadores se juramentaron que el peronismo movilizará el peso real y efectivo del “aparato” para revertir la ola violeta que lo inundó casi todo.

Es que la maquinaria electoral estuvo apagada en las PASO. “Nos dormimos. Entraron a los territorios por las redes sociales. Pero si creen que al peronismo le van a ganar con TikTok están en pedo”, me contó en Tucumán uno de los gobernadores de más bajo perfil, pero que tiene fuerte predicamento.

El compromiso de los gobernadores, los sindicalistas -que le hicieron dos actos y lo consagraron como candidato propio- más el alineamiento de los piqueteros hicieron su aporte para unir lo que estaba anárquico y disperso.

A eso se sumaron dos aportes decisivos: el repliegue de la figura más poderosa del oficialismo, la vicepresidenta Cristina Kirchner, y el perfil ultra bajo de Alberto Fernández, el presidente con peor imagen de los últimos 20 años.

Para el candidato de Unión por la Patria, los integrantes de la fórmula del fallido Frente de Todos le dieron a su manera todo lo que pudieron. La primera le firmó en los hechos un cheque en blanco para que en la campaña haga y deshaga. Y el presidente le ofreció algo tan impalpable como valioso: su ausencia.

Cristina Kirchner y Alberto Fernández, en una foto que explica todo (Franco Fafasuli)
Cristina Kirchner y Alberto Fernández, en una foto que explica todo (Franco Fafasuli)

Amigos, enemigos y después

En el medio de todo, estuvo el Fondo Monetario Internacional, que pasó de ser un factor cooperativo para Massa a una amenaza para las chances electorales del oficialismo. En sentido inverso, la oposición de Milei y Bullrich tuvieron dificultades para establecer una estrategia eficaz para arrinconar al candidato oficialista.

En los dos debates presidenciales, ni el libertario ni la candidata de Juntos por el Cambio lastimaron gravemente a Massa. En el de Santiago del Estero, que el día anterior había explotado el caso Insaurralde, el intendente de Lomas de Zamora apenas fue nombrado; y en el segundo, en la Facultad de Derecho, las menciones a la corrupción se multiplicaron hasta el empalago.

Entre los estrategas electorales de Unión por la Patria, que naturalmente minimizan los errores propios y maximizan los ajenos, se llegó a este domingo con la convicción de que Milei tuvo una mala semana final, sobre todo porque el electorado habría empezado a responsabilizarlo por la escalada del dólar y por una reacción negativa a las últimas declaraciones suyas y de su círculo de confianza. “Lo del Vaticano no cambia la agenda y nadie entiende qué significa romper relaciones diplomáticas. Pero hay mucha gente que lo votaba a él y que lo quiere al papa Francisco. A esa gente no le caen bien estas cosas”, me decía ayer uno de los consultores que trabaja para Unión por la Patria.

infobae

Son miradas y estudios que estuvo recibiendo Massa entre el viernes y el sábado. Ayer su equipo mostró dos fotos. Una con el equipo económico, donde dicen que trabajó sobre “el día después”. La otra en el búnker de Unión por la Patria de la calle Bartolomé Mitre al 300. Una señal de que cree que hay un mes más de ministro-candidato.

Dejanos tu Comentario