Ayer al mediodía encontraron sin vida a Matías Alderetes, un joven de 19 años que estaba desaparecido desde el sábado a la tarde, cuando había salido con algunos amigos para realizar trabajos de albañilería, según los testimonios de los allegados a la víctima. El cuerpo se encontraba a menos de 300 metros del santuario de San La Muerte, a un costado del anexo que une la ruta nacional 9 con la provincial 302.
De acuerdo a fuentes judiciales, el joven habría sido embestido en la noche del sábado por un hombre, de 75 años, en la zona Agua Dulce, poblado ubicado al este de la provincia. Este habría perseguido con su camioneta a Alderetes, que se movilizaba en moto junto con otros compañeros. El conductor habría seguido a los jóvenes, luego de que entraran de manera violenta a su casa para sustraerle dinero y una moto.
Tras el ataque, según los investigadores, el conductor de la camioneta se había presentado ante la comisaría para denunciar el hecho, y puso a disposición de la Justicia la camioneta con la que habría perseguido al fallecido, además de la motocicleta. Por su parte, los parientes de la víctima habían denunciado la desaparición en la seccional 4ª, alrededor de las 16 del domingo. La Fiscalía Especializada en Homicidios II, a cargo de la fiscala Adriana Giannoni, tomó intervención en la causa penal.
Desde la Fiscalía no descartaron que, después del choque, el joven haya sido asistido por sus amigos, pero que finalmente lo abandonaron en el lugar donde fue encontrado el cuerpo unas 36 horas después. Motoristas de Banda del Río Salí ubicaron el cadáver mientras efectuaban recorridos, cerca de las 12.30 de ayer.
Los familiares de Alderetes sospecharon de sus amigos. “Le dijimos a la Policía quién era uno de los dos amigos que salieron con él ese día. Los policías se acercaron hasta su casa y le preguntaron si había estado con Matías. Como él les dijo que no, ellos se fueron. Y después, cuando quisieron volver para detenerlo, ya se había fugado”, explicó Cristina Varela, madre del joven fallecido.
Según contó la madre, Alderetes vivía en la casa de sus padres en San Cayetano y trabajaba como albañil en una obra de El Cadillal. Sin embargo, junto con sus compañeros, había dejado de trabajar hace una semana, ya que no le pagaban, explicó la mujer.
“Esperamos que se esclarezca su muerte y que se haga justicia. Si ellos son los culpables y la Justicia no hace nada, yo voy a hacer justicia por mano propia”, manifestó Varela.
Movilización familiar
Por otra parte, los allegados de la víctima relataron que los días previos habían buscado al joven en la misma ruta donde sería hallado posteriormente, y en Ranchillos. Habían recibido información de que el pariente habría circulado por esa ciudad.
“Ayer a la madrugada (por el domingo), varios familiares se movilizaron en dos autos diferentes. Después, como empezó a llover bastante fuerte, las mujeres que participaban de la búsqueda volvieron a sus casas, mientras que los hombres siguieron con el recorrido”, dijo Marta Cabral, abuela del joven oriundo de San Cayetano. “Más tarde, una mujer hizo una llamada anónima a la comisaría para avisar de que había autos sospechosos por la zona. Entonces, vinieron los policías y detuvieron a nuestros parientes, cuando ellos no habían hecho nada. Mientras, los verdaderos asesinos están sueltos”, agregó.
La abuela de Alderetes no dudó cuando se le consultó cómo era su nieto: “para mi era una excelente persona. Tenía muchos amigos y no le faltaba el respeto a nadie. Él andaba trabajando, no sé qué le habrá pasado ese día”.
Malena Varela, tía del fallecido, criticó el accionar de los uniformados y afirmó que la familia seguirá buscando al responsable del hecho. “Estuvimos desde las 15 del domingo en la comisaría y tomaron la denuncia al rededor de las 21. Pero salieron a buscarlo recién hoy (por ayer). Pedimos que se haga justicia; no nos vamos a quedar callados hasta que encontremos a los culpables”, concluyó.
