El pasado 25 de febrero, aproximadamente a las 16.40 horas, dos sujetos, quienes se desempeñan como empleados municipales de tránsito, realizaban un control vehicular conjuntamente con otras personas, no identificadas por la instrucción, en calles Virgen de la Merced y Córdoba de San Miguel de Tucumán. En tal procedimiento, detuvieron a un motociclista a bordo de un rodado marca Zanella, quien circulaba con casco de seguridad, con licencia de conducir, cédula de identificación de rodado y seguro de responsabilidad civil pago.
Con el vehículo frenado, los funcionarios se aproximaron en forma artera desde atrás, actuando sobre seguro y sin ser advertida su presencia por parte del agredido. Con gran fuerza comenzaron a tirar de las manijas traseras de la motocicleta que aún montaba el damnificado, provocando un desplazamiento en reversa de aproximadamente un metro. Es decir, actuar de forma absolutamente desinteresada de los riesgos que para la salud de la víctima implicaba.
Como consecuencia de este accionar, provocaron que el conductor del rodado pierda el equilibrio, caiga pesadamente al piso con la motocicleta encima suyo, lo que le ocasionó las lesiones ya descriptas. Posteriormente, ambos imputados fueron aprehendidos y trasladados a la Comisaría I. Claramente, se trató de un hecho que no podía ser ignorado y no lo fue ya que, finalmente, se hizo justicia.
Esto se debe al hecho de que los sindicados estarán inhabilitados por 14 meses y deberán efectuar un tratamiento contra las reacciones iracundas en el Hospital Avellaneda. Es que luego de haber sido detenidos en flagrancia, estos dos agentes tránsito de la municipalidad capitalina fueron condenados a un año y dos meses de prisión condicional. Esta resolución se produjo ayer domingo 27 de febrero.
Y es que tuvo lugar una audiencia de juicio abreviado, en menos de 36 horas de producido el hecho, gracias a la gran y destacada labor de la Unidad Fiscal de Delitos Flagrantes IV, a cargo de Carlos Picón, quien en compañía del auxiliar Diego Hevia, imputó a Cristian Esteban Barboza (37 años) y Gonzalo Alexis Argüello (35 años) por el delito de lesiones graves, en calidad de coautores.
Además, se hizo referencia a las evidencias, entre ellas, el material fílmico viralizado por las redes y el informe forense que constata las lesiones de la víctima (fractura del hemitorax izquierdo, tumefacción y dolor en palpación, placa escoriativa de 5×3 en cara externa de codo izquierdo, con un tiempo de curación y de incapacidad laboral superior a un mes), quien compareció desde su lugar de internación (Hospital Centro de Salud), en compañía de su padre.
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Posteriormente, se hizo mención al acuerdo arribado con la defensa de los imputados, con el consentimiento del agredido, para la pena de ejecución condicional por el plazo de 1 año y 2 meses, la inhabilitación especial por 14 meses (para que puedan realizar tareas específicas de agente de tránsito vehicular en la vía pública) y el cumplimiento de una serie de reglas de conductas.
Entre las que se destacan, la prohibición de acercamiento al damnificado por un radio no menor a 300 metros y el tratamiento contra las reacciones iracundas en el área de Salud del Hospital Avellaneda, por el tiempo que los profesionales lo determinen. “Este hecho que se ha viralizado nos llama a la reflexión. Se puede luchar por ideales, el cumplimiento de la ley y por una sociedad más armónica pero jamás con violencia”, expuso el fiscal.
En esa línea, agregó que “entendemos que no es el camino la forma en que se maneja el personal de tránsito. El ordenamiento vigente es claro y preciso, por eso, insto no sólo a los imputados sino a todo el personal de armonizar una convivencia dentro de la ley. El que esté en infracción será multado, pero erradiquemos este tipo de funcionamiento porque la sociedad espera más de los funcionarios públicos”.
Asimismo, Carlos Picón dejó en claro que “y si la violencia viene del Estado es aún más grave. Por favor, basta de tanquetas elevadoras. Terminemos con la violencia y hago un llamado a la reflexión a todos los operadores de tránsito”, expuso el Fiscal. “A su vez, los imputados obraron con Dolo Eventual puesto que, a sabiendas que podrían lesionar, no depusieron su accionar, provocando finalmente la caída abrupta del mismo al suelo, y como consecuencia de ello daños físicos”, agregó el Auxiliar de Fiscal.
En lo que, a la celeridad en el proceso, cabe destacar que el juez interviniente, Eduardo González, destacó el trabajo del Ministerio Público Fiscal (MPF) en tan pocas horas, desde que se produjo el hecho. “Es abundante la evidencia reunida en 36 horas, por eso, quiero felicitar el trabajo de la Fiscalía con tanta prueba descripta y detallada, una por una. Es un orgullo que el MPF brinde a la sociedad una respuesta frente a hechos de violencia, que se dan a menudo”, indicó.
En esa línea, dijo que “tiene razón el fiscal titular al decir que se terminen estas prácticas oscurantistas. Porque veo abusos de las fuerzas de control vehicular no solamente en Tucumán sino también a nivel nacional. Señores no tienen potestad hacia las personas sino el deber de control. Y frente a ese control tienen herramientas. Ustedes tienen que dar el ejemplo y hoy se han convertido en delincuentes”.
Finalmente, exhortó al resto de los funcionarios públicos a cumplir con sus obligaciones, en resguardo de la sociedad. “Quiero decirle al resto de los funcionarios públicos que lejos de avalar estas conductas deben ser los primeros en salir a rechazar para que no vuelvan a ocurrir. De esta manera, la Justicia manda un mensaje a la sociedad: No vamos a tolerar cualquier abuso”, afirmó.
Al mismo tiempo, recalcó que “actuaron dos contra uno”, agravada por su condición de funcionarios públicos. Por otra parte, ll momento de dirigir sus palabras, la víctima expresó: “No quiero que esto se repita más porque no es forma en la que deben tratar a las personas, más aún cuando uno tiene toda la documentación. No es la manera de tratar a la gente”. Seguidamente, los agentes condenados pidieron disculpas por lo sucedido. Pero ya era tarde.
Germán Alfaro sería cómplice si no denuncia y desplaza del cargo a Enrique Romero
Cabe recordar que Enrique Romero, cuando estuvo en la Comisaria a donde se llevaron a los agentes agresores, dijo que “Más vale que los suelten porque si no iban a pagar las consecuencias”. En ese marco, se desconoce si esos dichos fueron una amenaza a la Policía o a la Justicia. Lo cierto es que se trató de una suerte de intimidación de parte del funcionario capitalino.
Pero, una vez más, el tiro le salió por la culata a Romero ya que, como se señaló anteriormente, en apenas 36 horas quedó claro que este funcionario de pacotilla chocó su cara con los números de la puerta equivocada. Pero también quedó claro que su accionar es tan vergonzante que no puede continuar en su cargo. Y el propio Germán Alfaro debería hacer algo al respecto. Sin embargo, continúa sin hacerse cargo de su lamentable funcionario.
En ese marco, debería entender el intendente que, al no hacer nada con Romero, termina convalidando y permitiendo su permanente comportamiento patoteril. Al tiempo que, si no pone freno a esta situación, las consecuencias podrían ser todavía más lamentables porque está claro que la violencia se convirtió en un modus vivendi de Romero y que esa actitud contagia a aquellos que deberían velar por la seguridad vial de los ciudadanos en vez de violentarlos.
