No pasó para nada desapercibido el hecho de que en la última reunión que mantuvieron los principales referentes de Juntos por el Cambio en Tucumán, estuvieran todos los dirigentes. Todos, menos uno. Se trata del intendente de Yerba Buena, Mariano Campero, quien faltó a la cita y ni siquiera puso alguna excusa como para disimular algo en el faltazo al encuentro que tuvo lugar el pasado lunes.
Ya desde el domingo a la noche se sabía que la posición del mandatario municipal de la Ciudad Jardín no tenía vuelta atrás. Ni siquiera la insistencia de su compañero de andanzas, Roberto Sánchez, pudo convencerlo. Y eso que el ex intendente de Concepción trató de “llevarlo” a toda costa durante el transcurso del fin de semana. Pero todo fue en vano ya que Campero no se movió un centímetro de su postura.
Y es que no consigue digerir que su lugar como candidato a senador nacional lo haya ocupado Germán Alfaro tras ganarle la interna en septiembre. Para colmo, que le haya dejado su lugar a su propia mujer hizo todavía más indigerible el trago amargo para Mariano Campero. Pero lo que deja trascender no es tan grave como lo que no cuenta más que en un estricto off the record a sus más cercanos.
En ese sentido, Campero está convencido de que la exigua diferencia entre él y Germán Alfaro en la interna se debe a que el intendente capitalino le habría jugado sucio. Que se habría apoyado en el inmenso aparato clientelar que el peronismo de San Miguel de Tucumán tiene tan bien aceitado. Al menos, eso es lo que piensa para sus adentros el mandatario de Yerba Buena.
Incluso, hasta se le despertaron celos políticos que tenía bien guardados pero que el paso del tiempo, lejos de sepultarlos, los hizo salir de las profundidades. En ese marco, no tiene empacho en asegurar que Roberto Sánchez haya sido el dirigente de la oposición más votado, esto se debería a que Germán Alfaro “le robó” la interna. Y es que Campero aspiraba a ser él quien encarnara el lugar del más votado en Juntos por el Cambio.
No en vano, el arreglo al que llegó en su momento con Roberto Sánchez era que el concepcionense se resigne a ocupar el cargo de diputado, ya que Campero consideraba que el puesto de senador, claramente más importante, le correspondía a él y que sería su plataforma ideal para convertirse en el “primus inter pares” dentro de la coalición opositora. Pero el tiro le salió por la culata.
Pero eso no es todo, Campero siente que “le tomaron el pelo” cuando, en un primer momento, Juntos por el Cambio no quiso acordar con el bussismo para incorporarlo a la coalición. Sabe que Alfaro fue el principal movilizador para que eso no aconteciera y se salió con la suya. Sin embargo, en el cónclave se pudo ver la presencia de los legisladores Nadima Pecci y Paulo Ternavasio, quienes integraron la estructura de Fuerza Republicana.
Pero ahora se sumaron a las huestes de “Juntos”. Lo peor de todo, es que a oídos de Campero llegó la versión de que las incorporaciones fueron motorizadas por Alfaro. Y el yerbabuenense lo tomó como una “mojada de oreja”. De esta forma, hacia el interior de la coalición de JxC ya sabrían que difícilmente puedan contar con el intendente de la Ciudad Jardín como apoyo territorial en el 2023.
¿Se irá Mariano Campero finalmente con Ricardo Bussi para “vengarse”?
