Queda claro que desde el sector de Horacio Rodríguez Larreta se está apostando desde el comienzo a un perdedor como Germán Alfaro. Un intendente que, para colmo, se vio envuelto en cuanta polémica tuvo lugar en San Miguel de Tucumán en el último tiempo, pero nada comparable con el hecho de haber sido el padre de la derrota más estrepitosa que se recuerde en lo que hace a Juntos por el Cambio en esta provincia.
Y no se trata de eufemismos porque, en verdad, la realidad es que Horacio Rodríguez Larreta eligió al perdedor de German Alfaro para su lista. Se trata de algo verdaderamente insólito, a raíz de que el jefe de Gobierno porteño vuelve a apostar por el único candidato de Juntos por el Cambio que perdió en Tucumán, es decir, el intendente capitalino. De esta manera, Larreta se coloca un salvavidas de plomo.
Uno que no parará hasta hundirlo debido a que el intendente saliente de San Miguel de Tucumán se reunió en Buenos Aires con Rodríguez Larreta para oficializar su alianza, algo que se conoce desde hace tiempo (fue Larreta el que convenció a Alfaro de bajarse de su candidatura a gobernador). Sin embargo, el porteño se siente culpable y quedó atado a una obligación que no hará más que enterrarlo.
Y es que la decisión del macrismo representada por Horacio Rodríguez Larreta deja en claro que no le importa hacer un rejunte de dirigentes a cualquier precio. Con tal de intentar quedarse con el poder, Juntos por el Cambio a nivel nacional en su versión larretista, permite que los perdedores puedan retornar como si nada hubiera pasado. ¿Cómo no va a sentirse desilusionado el votante tucumano?
Si con tal de seguir concentrando poder en todos los distritos, al larretismo no le importa nada Tucumán. ¿Dejará el votante tucumano que semejante atropello tenga lugar en nuestra provincia por una elección a dedo de parte de un dirigente porteño? Para colmo, Larreta hace esto en desmedro de los dirigentes radicales a pesar de que fueron los grandes victoriosos de las pasadas elecciones.
Tal es el caso de Mariano Campero que ganó como legislador, Paula Quiles como intendenta de Bella Vista de la mano de su esposo, Sebastián Salazar y Alejandro Molinuevo como intendente de Concepción de la mano de Roberto Sánchez. No en vano, todos ellos apoyarán entonces la candidatura de Patricia Bullrich en su interna con Larreta. Y es que poco parece importarle el hecho de que Germán Alfaro haya realizado toda su carrera política dentro del peronismo.
Justamente, hasta que en 2015 se alió con Cambiemos y ganó en la capital de la provincia. Menos parece importarle de que la actual diputada, Beatriz Ávila abandonó el bloque de Juntos por el Cambio tras la caída de Mauricio Macri. Es decir, que tiene que pasar de socio relegado a actor importante de la coalición, sobre todo en el Gobierno, algo que puso en alerta a la UCR y que se puede observar en el apoyo a Patricia Bullrich.
El jefe de gobierno porteño quiere alejarse del discurso antiperonista que permea en importantes sectores de Cambiemos y por eso decidió pactar con el alfarismo en Tucumán. Pero eso puede por determinar la derrota de Larreta en nuestra provincia. Es por ello que en el radicalismo están muy atentos a las señales políticas que envía el jefe de Gobierno, más allá de lo que declara, y consideran que de imponerse en las presidenciales Larreta los marginará del gabinete.
Y que lo hará para consolidar un armado con impronta peronista. La presencia de Bullrich en Tucumán es otra señal del reacomodamiento de Cambiemos, por lo que el radicalismo local salió con los tapones de punta y apoyará a la ex ministra de Seguridad durante el macrismo. Y es que el radicalismo ya tomó nota de que Horacio Rodríguez Larreta eligió al filoperonismo como aliado en Tucumán.
Es decir, Germán Alfaro urdió desde hace mucho tiempo el plan de pegarse a Horacio Rodríguez Larreta, como garrapata al perro, para que el Jefe de Gobierno porteño valore la obsecuencia del intendente capitalino y lo “bendiga” con su elección como el candidato a diputado nacional en las PASO venideras. Esto significa que Alfaro apunta al “dedazo” nacional para lograr lo que por medio de las urnas no consiguió.
Y es que desde el larretismo prometen modificaciones para que nada cambie. Por el contrario, aspiran a mantener el statu quo y a quienes forman parte de la casta más rancia de la provincia como Germán Alfaro, una especie de títere que no hará más que seguir las órdenes porteñas a cambio de continuar manejando de forma ineficiente los hipotéticos destinos de Tucumán si llega al Congreso de la Nación como diputado.
En ese caso, se trataría entonces de un hecho que atrasa y que no hace más que confirmar que la oposición tucumana mira el futuro, pero por el espejo del retrovisor. Esto se debe a que, nuevamente, y luego de suplicar de forma vergonzante, Germán Alfaro recibió el apoyo de Horacio Rodríguez Larreta como candidato a diputado nacional a pesar de ser el gran derrotado el pasado 11 de junio.
En definitiva, cabe preguntarse entonces una vez más por qué desde el larretismo apoyan a Germán Alfaro, cuando no se trata más que de un kirchnerista devenido a PRO por una cuestión de estricta conveniencia, además de ser el gran culpable de que el espacio político de Juntos por el Cambio perdiera la intendencia capitalina hace menos de un mes a manos de la flamante ganadora, Rossana Chahla.
¿Acaso la amnesia selectiva pudo más en Horacio Rodríguez Larreta desde la Ciudad de Buenos Aires? En ese sentido, deberían tomar nota desde Juntos por el Cambio acerca de que la gente no come vidrio y conoce a la perfección al camaleónico intendente de San Miguel de Tucumán, que será el gran responsable de la derrota de Larreta a manos de Patricia Bullrich. ¿El electorado tendrá la misma memoria selectiva en las urnas que el Jefe de Gobierno porteño en su lastimosa elección?
