Se empieza a respirar en el aire un tufillo político que indica que el acercamiento entre el gobernador Juan Manzur y el intendente capitalino Germán Alfaro empieza a tomar cada vez mayor forma. Como en el caso de esas parejas que no quieren formalizar y se presentan bajo el eufemismo del “sólo somos amigos”, el mandatario provincial y el de la ciudad insisten en que sólo se trata de colaboración en tiempos de pandemia.
Sin embargo, ya lo decía el santo patrono del PJ para quienes se sienten identificados con este movimiento, “la única verdad es la realidad” según Perón, y está más que claro que la primera consecuencia de fuerte impacto político en Tucumán de la pelea entre Juan Manzur y su vice Osvaldo Jaldo es el acercamiento del gobernador con el intendente de la capital, Germán “oportunista” Alfaro.
Y es que al gobernador provincial todavía le cuesta sobremanera aceptar que la legislatura no es una escribanía y que hacia el interior del peronismo, las miradas se posaron en Osvaldo Jaldo teniendo en cuenta que la Constitución provincial le ha vetado cualquier posibilidad de revalidar su continuidad como mandatario provincial. En ese marco, ni lerdo ni perezoso cuando de sus propios intereses se trata, Germán Alfaro, como dice el dicho popular, “vio luz y entró”.
Ahora pareciera no importar que el intendente se fuera del PJ ya que parece que estarían dispuestos a “perdonarlo” y a recibirlo como a un hijo pródigo. Lo que nadie dice es que este acercamiento entre Manzur y Alfaro está relacionado al hecho de que fue el gobernador quien activó la llave para que San Miguel de Tucumán recibiera los fondos del ministerio de Obras Públicas de la Nación para realizar la ampliación de las cloacas de la ciudad.
Tampoco nadie dice que se trata de una obra que dormía el sueño de los justos desde hace 30 años en la capital. Nunca jamás en todo este tiempo se hizo nada para ampliar un sistema cloacal en una ciudad saturada y que no para de sumar habitantes. Conocida es la afición de Germán Alfaro por no invertir en infraestructura básica en la ciudad y tuvo que recurrir a Juan Manzur para que le dé una mano.
En ese contexto es que hasta tal punto se estaría forjando esta alianza entre Manzur y Jaldo para el 2023 que la ministra de Gobierno y Justicia, Carolina Vargas Aignasse comenzó a aparecer acompañando al gobernador en los nodos de vacunación y posteando en las redes sociales videos suspicaces. Y es que la interpretación política pasa por la posibilidad de que estaría lanzando su eventual candidatura a la intendencia capitalina.
En ese sentido, un escenario potable para el 2023 sería el de Germán Alfaro en Casa de Gobierno, Juan Manzur nuevamente en la Legislatura y la manzurista Carolina Vargas Aignasse en 9 de Julio y Lavalle, sede de la Intendencia capitalina, puesto al que aspiró desde sus comienzos en política.
