Ante el inicio de las obras, esta semana, los vecinos recibieron la invitación a una reunión informativa en la sede de la intendencia en calle Lavalle y 9 de Julio. En ese marco, se enteraron de que su intendente, ese a quien votan masivamente en cuanta elección hay, decidió fastidiarlos nuevamente por medio de la conversión de calle Laprida en una semipeatonal.
Un hecho de pura cosmética política. En ese marco, las críticas de los vecinos no se hicieron esperar. Al respecto, Beatriz Luna, trabajadora de uno de los ocho estacionamientos que hay en el área, mostró su descontento con respecto a los trabajos. “Me parece una mala idea la semipeatonalización de estas calles”, explicó.
En esa línea, agregó que “la Laprida es la única arteria que tienen los conductores para transitar cuando hay manifestaciones en la plaza”. “No creo que el trabajo dure algunas semanas como se dice, siempre se demoran por las lluvias, la falta de material o lo que sea”, dijo desconfiada Beatriz Luna.
En la misma línea, Aida Savransky, dueña de un comercio de Laprida al 200, cree que las obras no son una prioridad para el municipio y que son innecesarias en este momento. “En la reunión de hoy voy a plantear un lucro cesante por las pérdidas económicas que me va a generar esta obra”, agregó.
Sobre la reunión Néstor Ojeda, kiosquero, no estaba enterado de los trabajos que comenzarán. “Seguramente vamos a participar para ver qué nos dice. De todas maneras, recién me entero sobre las obras que la Municipalidad tiene planeadas para esta zona”, expresó. Es decir, se trata de una medida absolutamente inconsulta de parte de Germán Alfaro.
Walter Paz, taxista, explicó que cree que va a perjudicar al tránsito y va a ralentizar la circulación. Además, expuso que la Municipalidad deberá buscar una alternativa para los colectivos: “No creo que los colectivos sigan transitando por aquí cuando terminen el trabajo, porque no van a poder doblar por una calle tan fina”.
Por otra parte, Luis Magaldi, un vecino, afirmó que está de acuerdo con la ampliación que se está por hacer. “En la capital, la gente ha perdido espacio para caminar y para disfrutar. Hay muchos vehículos mal estacionados que le sacan lugar a la calle”, enfatizó. Sin embargo, se mostró molesto por un tema que resulta crucial.
Y es que opinó que la municipalidad debería contemplar la idea de subsidiar a los comercios afectados por las obras. En su afán por mostrar que hace algo, aunque se trate de pura cosmética política, Germán Alfaro se olvida de los perjuicios económicos que acarrean sus decisiones. ¿Hasta cuándo piensa continuar perjudicando el intendente a los ciudadanos?
